Las fuerzas estadounidenses mantuvieron ayer en Bagdad escaramuzas con la milicia chií del clérigo radical Muqtada Al Sadr dos días después de que aceptara el plan de paz en la ciudad santa de Nayaf.
La violencia en el arrabal bagdadí conocido como Ciudad al Sadr causó al menos tres muertos y cerca de 25 heridos, indicó Saad Al Hamili, portavoz del Ministerio de Sanidad.
Los enfrentamientos armados comenzaron cuando un grupo de milicianos chiíes hizo varios disparos y lanzó al menos un cohete contra una patrulla del Ejército estadounidense a su paso por una calle de la periferia de ese barrio, que debe su nombre al padre del clérigo radical, un destacado ayatolá asesinado por secuaces de Sadam Husein.
El portavoz del ministerio del Interior, coronel Adnam Abdul Rahman, indicó que las fuerzas de Estados Unidos, apoyadas por un centenar de efectivos de la Guardia Nacional, realizaban operaciones dirigidas a recuperar el control del barrio, en el que viven cerca de 2,5 millones de personas. «Hay gente en Ciudad Al Sadr que quiere provocar un estallido de la violencia, buscar un nuevo frente», dijo el coronel Adnam.
Aunque en ocasiones entran en el arrabal, del que pocas horas después se retiran, la mayor parte del tiempo las fuerzas de EEUU permanecen apostadas al oeste de Ciudad Al Sadr para impedir que las bandas de milicianos chiíes realicen incursiones hasta el centro de Bagdad, distante unos ocho kilómetros. Las autoridades iraquíes y el mando militar de EEUU temen que, si cesan de ejercer presión sobre la milicia, Ciudad Al Sadr acabe convirtiéndose en el equivalente chií de Faluya, la localidad suní situada a unos 65 kilómetros al oeste de Bagdad bastión de los insurgentes.
El Ejército del Mahdi, el grupo armado creado y dirigido por el clérigo radical chií, tiene dividida Ciudad Al Sadr en 79 secciones, y cada comandante controla cuatro. «Aquí nosotros estamos a cargo con la misión de limpiar Irak», dijo el jeque Amar Saadi, uno de los jefes de la milicia local.