FRANCE PRESS-JERUSALÉN
El primer ministro israelí, Ariel Sharon, continuará actuando para
culminar su plan de retirada de la franja de Gaza a finales de
2005, a pesar del varapalo que sufrió ayer ante la convención de su
partido, el Likud. «El primer ministro proseguirá la aplicación de
su plan con el mismo programa previsto para la retirada de Gaza,
los contactos con los egipcios continuarán, lo mismo que la
construcción de la barrera de seguridad (en Cisjordania)», afirmó
un responsable. Los miembros de esta convención reunidos en Tel
Aviv rechazaron una proposición del jefe del Ejecutivo israelí para
permitir la entrada de los laboristas en el Gobierno, lo que le
habría permitido disponer de una mayoría parlamentaria para poner
en marcha su plan de retirada que prevé la evacuación de los 8.000
colonos israelíes que viven en la franja de Gaza.
Se trata de la tercera derrota que sufre Sharon en su propio partido desde su elección en febrero de 2001. Ayer, en total 843 delegados contra 612 votaron a favor de la resolución de los «rebeldes» del Likud, dirigidos por el ministro sin cartera Uzi Landau, que se oponen a la entrada de los laboristas en el Gobierno.
Al oponerse al regreso de los laboristas al poder, los «duros» del Likud no escondieron sus intenciones de querer golpear con fuerza ese «plan de separación» unilateral con los palestinos. Desde diciembre pasado, este plan constituye la única iniciativa israelí desde que se dejó en suspenso la «Hoja de ruta», plan internacional del Cuarteto (UE, ONU, Rusia y Estados Unidos) para solucionar el conflicto israelí palestino.
El plan de Sharon prevé una retirada militar de la franja de Gaza para septiembre de 2005 como muy tarde, así como el desmantelamiento de las 21 colonias judías de la región y de otras cuatro aisladas en el norte de Cisjordania.