Fuerzas de E EUU tomaron posiciones cerca de la mezquita de Nayaf, hacia la que viajó ayer una delegación de la Conferencia Nacional para disuadir al clérigo chií Muqtada Al Sadr y a sus milicianos de que abandonen la lucha armada.
Dos días después de que fracasarán las negociaciones del Gobierno interino con el clérigo rebelde, las tropas estadounidenses apoyadas por tanques estrecharon el cerco al mausoleo, a la vez que en Bagdad la Conferencia Nacional acordó enviar una delegación a Nayaf para intentar desactivar el conflicto.
El presidente de la Conferencia, el kurdo Fuad Masun, dijo que la delegación estará en Nayaf no más tarde del martes, pero declinó especificar cuando concluirán las nuevas negociaciones con Al Sadr.
«Exigimos que Muqtada Al Sadr se retire del santuario pues no es de su propiedad», manifestó el clérigo Hussein Al Sadr, pariente del insurrecto, durante su intervención en la tribuna de oradores.
Hussein, copresidente de la conferencia y principal impulsor de la iniciativa, precisó que la delegación planea entregar a Muqtada un documento mediante el que el Gobierno interino garantiza que no será detenido si cumple con las demandas exigidas.
En Nayaf, milicianos de Muqtada apostados en azoteas y ventanas de los edificios situados en torno al mausoleo, dispararon durante la mañana de forma esporádica sobre los soldados estadounidenses resguardados tras sus vehículos, hasta que ya entrada la tarde, se desataron intensos combates, acompañados de explosiones, dijeron testigos oculares.
A Muqtada y a los cerca de 800 milicianos que permanecían en el interior del mausoleo, se unieron el lunes unos mil seguidores del clérigo chií, al parecer preparados para quedarse indefinidamente en la explanada colindante con la mezquita.