El precio del petróleo Brent, de referencia en Europa, superó ayer los 43 dólares el barril, lo que supone otro máximo histórico y una subida del 30 por ciento en lo que va de año.
También los contratos para septiembre del Petróleo Intermedio de Texas, de referencia en Estados Unidos, sobrepasó los 46 dólares el barril, casi un 30 por ciento más que a comienzos de año.
En ambos tipos de crudo, el barril ha elevado su precio desde enero en torno a 13 dólares, lo que supone una muy alta «prima de riesgo», como se conoce el sobreprecio que causan la guerra en Irak y otras disfunciones consideradas extraordinarias por los mercados económicos.
A su habitual volatilidad, los analistas han agregado a esa prima en las últimas semanas tensiones en la situación geopolítica mundial que genera preocupación por el suministro de crudo ante la enorme demanda, incluso histórica en países como China o la India, y una posible carencia de la oferta, al parecer anquilosada y en límites de bombeo.
Las importaciones de crudo en China aumentaron un 40 por ciento entre enero y julio pasados con respecto a igual periodo del año anterior, una media de 2,3 millones de barriles diarios, según datos oficiales conocidos ayer.
El futuro de Venezuela, el cuarto proveedor de petróleo de EEUU según el Departamento de Energía de esta nación y quinto mundial, fue destacado ayer como uno de los focos de preocupación en los analistas, dado que este país sudamericano decidirá mañana si continúa en el poder el presidente Hugo Chávez.