La creación de un Centro Antiterrorista y del cargo de director nacional son dos de las principales recomendaciones de la Comisión que investigó los atentados del 11-S, y el presidente trató de mostrar que actúa con rapidez para reforzar la seguridad nacional. El anuncio de Bush, en un acto en la Casa Blanca flanqueado por todo su equipo de seguridad, política exterior y defensa, fue criticado de inmediato por su rival a la presidencia, John Kerry, quien acusó al Gobierno de actuar tarde.
Bush citó la actual alerta terrorista en instituciones y empresas del sector financiero de Nueva York, Washington y el norte de Nueva Jersey para recalcar que «tres años después de los ataques terroristas del 11-S, todavía no estamos seguros».
El director nacional de Inteligencia será el principal asesor del presidente en todos los asuntos relativos a la información obtenida por las diversas agencias del espionaje estadounidense.
«El director nacional de Inteligencia trabajará con los respectivos servicios de espionaje para establecer prioridades», explicó. Añadió que el director de la CIA se ocupará exclusivamente de ese servicio de espionaje.La decisión del presidente fue un compromiso intermedio al decidir que esta nueva figura no formará parte del gabinete del presidente, tal como pidió la Comisión en sus conclusiones.
El Centro Nacional Antiterrorista se centrará en el trabajo analítico de la informaciones obtenidas, para coordinar y controlar los planes y actividades contraterroristas de todos los organismos del Gobierno, a fin de dar unidad a los trabajos. Bush, quien inicialmente se había opuesto a la creación de la Comisión del 11-S, también anunció que el Gobierno comenzará a aprobar directivas para aplicar otras medidas recomendadas por la Comisión.