Los atentados del 11-S fueron posibles porque el Gobierno de EEUU no se imaginó la gravedad de la amenaza terrorista, según la comisión que ha investigado la trama y que pide una profunda reforma de las estructuras de seguridad del país.
Al presentar ayer el esperado informe final, el presidente de la comisión, el republicano Thomas Kean, denunció que los atentados se debieron, «sobre todo, a una falta de imaginación» de las autoridades y «profundos fallos institucionales». «Simplemente, el Gobierno de EEUU no fue lo suficientemente activo a la hora de combatir la amenaza terrorista antes de los atentados del 11 de septiembre» de 2001.
El documento, de 567 páginas y que concluye veinte meses de investigaciones, expone una serie de fallos en las estructuras de seguridad del país y exhorta a tomar medidas «cuanto antes» para impedir futuros ataques.
Dado que el propio Gobierno de EEUU ha alertado de los planes de la red Al Qaida para perpetrar ataques de gran envergadura, «el tiempo es un lujo con el que no contamos. Debemos prepararnos, debemos actuar ya», afirmó Kean. Entre las recomendaciones figura la creación de un centro antiterrorista que coordine los trabajos de la docena de agencias de inteligencia con las que cuenta EEUU.Al frente de este centro, y con rango cuasi ministerial, se encontraría un director nacional de inteligencia que despacharía directamente con el presidente. Y es que, según denunciaron los integrantes de la comisión, quizá el problema más grave que detectaron en su investigación fue la falta de comunicación entre los distintos órganos de inteligencia.