El informe de la comisión que ha investigado el 11-S será un auténtico varapalo para los servicios secretos de EEUU, a los que acusa, entre otras cosas, de desperdiciar diez ocasiones para desbaratar los planes terroristas. La comisión independiente, formada por cinco demócratas y cinco republicanos, dará a conocer hoy, su esperado informe, de más de 500 páginas y resultado de veinte meses de investigación.
Pero si bien los miembros de la comisión castigan a los servicios secretos, no se pronunciarán sobre si los atentados del 11 de septiembre de 2001, que costaron la vida a casi 3.000 personas, se pudieron prevenir. Según han explicado, no han querido pronunciarse sobre este aspecto para evitar que el informe pueda convertirse en un arma electoral a poco más de tres meses de los comicios presidenciales del 2 de noviembre.
En ocasiones anteriores, tanto el presidente de la comisión, el republicano Thomas Kean, como el vicepresidente, el demócrata Lee Hamilton, han afirmado que los ataques podrían haberse evitado si los funcionarios del gobierno hubieran hecho mejor su trabajo. El informe incluye una lista de diez «oportunidades operativas» desperdiciadas para impedir el secuestro de los cuatro aviones comerciales tomados por los terroristas, que los estrellaron contra las Torres Gemelas de Nueva York, el Pentágono y un descampado en una zona rural de Pensilvania, con un saldo de casi 3.000 muertos.Según «The Washington Post», que cita una fuente gubernamental que conoce el informe, seis de las oportunidades se perdieron durante la presidencia George W. Bush y las cuatro restantes durante el mandato de su predecesor, Bill Clinton. No obstante, el documento reconoce que la mayoría de esas oportunidades eran posibilidades remotas y en el resto hubiera sido necesaria una cadena de coincidencias para alterar el resultado.