El Partido Laborista del primer ministro Tony Blair sufrió un importante revés al perder uno de sus bastiones electorales, la circunscripción de Leicester South, y apenas mantener la de Birmingham en las elecciones parciales celebradas el jueves. Las elecciones parciales de ayer fueron las primeras celebradas en Reino Unido tras conocerse el informe Butler sobre la guerra de Irak. Y pese a que el primer ministro británico fue exculpado de los errores de los servicios secretos, los electorores castigaron al Partido Laborista.
El Partido Liberal Demócrata, hasta ahora la tercera fuerza en el distrito de Leicester South (centro de Inglaterra), se impuso con un espectacular aumento de sus votos del 21 por ciento, mientras que el Partido Laborista perdió su mayoría, que era de 13.000 votos. El candidato liberal demócrata, Parmijt Singh Gill, se convierte en el primer diputado de ese partido de una minoría étnica y, en su discurso, destacó que Leicester, una ciudad con un 42 por ciento de población procedente de minorías, se ha manifestado en contra de la guerra en Irak.
«Esto supone un nuevo reto para el Gobierno», comentó el ministro de Sanidad, John Reid, sobre la derrota de su formación en las elecciones parciales del miércoles y cuyos resultados fueron conocidos ayer.