EUROPA PRESS-BRUSELAS
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, logró ayer en
Bruselas que el Consejo de ministros de Economía paralice la alerta
temprana lanzada en mayo pasado por la Comisión Europea contra su
política presupuestaria, al considerar «adecuado» el paquete de
medidas de recorte del gasto por él presentado. Una vez más, el
Pacto de Estabilidad y Crecimiento queda en suspenso, como ya
ocurrió con Alemania y Francia. «Los compromisos de un jefe de
Gobierno tienen mucho peso y hay que otorgarle credibilidad», dijo
el comisario de Economía, Joaquín Almunia. En una declaración, los
25 dan la bienvenida a las garantías del Gobierno italiano de
volver bajo el umbral del 3% del PIB en 2004 y al paquete de
medidas adicionales por valor de 7.500 millones de euros en 2004
preparadas para ello. Del total, 2.000 millones de euros
corresponden a medidas puntuales, especialmente la venta de
inmuebles, mientras que los 5.500 restantes son medidas
estructurales como la reducción de gasto público y la eliminación
de exenciones fiscales.
El Consejo, por unanimidad, considera que Italia «ha respondido» a las recomendaciones de la Comisión, aunque señala que no ha sido necesario ni siquiera votar el curso de la alerta y el procedimiento «está cerrado». El Ecofin, que le ha pedido a Berlusconi que apruebe estas medidas en un plazo de 10 días, ha mostrado sin embargo su intención de seguir vigilando los desarrollos presupuestarios.