El Gobierno transitorio de Irak recibió ayer por la mañana la plena soberanía de manos del administrador civil estadounidense, Paul Bremer, dos días antes de lo previsto. En una ceremonia que terminó antes de que se anunciara formalmente, a las diez y media de la mañana, el nuevo primer ministro iraquí, Iyad Alaui, aceptó una carta de manos de Bremer, con la que se ponía fin formalmente a catorce meses de ocupación del país. «Éste es un día histórico, un día verdaderamente alegre, un día que todos los iraquíes han estado esperando», aseguró el presidente iraquí, Gazi al Yauar, que también estuvo presente en la ceremonia. «Es un día muy importante para nosotros. Los iraquíes, por primera vez, vamos a hacer frente a un nuestros problemas», declaró un ufano Alaui, que instó a los iraquíes a que se unan para afrontar juntos el futuro, combatir el terrorismo y lograr la prosperidad del país. «La unidad nacional será un asunto sagrado de mi Gobierno», subrayó, y pidió a los iraquíes que no tengan miedo a los que están fuera de la ley, los enemigos del Islam y los musulmanes».
Poco después de la ceremonia, Bremer abandonó Irak de forma definitiva, poniendo fin a un mandato que ha durado aproximadamente un año, y «muy confiado en el futuro y en la habilidad del Gobierno de cumplir con los retos del futuro». Horas después, por la tarde, los miembros del Gobierno juraron sus cargos colectivamente. El primero fue el presidente Ghazi al Yauar (suní), al que siguió su vicepresidente, Ibrahim Yaafari (chií); el primer ministro, Iyad Alaui (chií), y el viceprimer ministro, Barham Saleh (kurdo). Una de las primeras medidas anunciadas tras el traspaso de poderes fue la entrega de Sadam Husein y los altos cargos de su régimen, que han pasado a estar bajo custodia iraquí, según dijo el portavoz militar estadounidense, Mark Kimmit. Kimmit precisó sin embargo que tanto Sadam como sus principales lugartenientes van a seguir «bajo la protección de soldados estadounidenses». No especificó si la entrega ha estado acompañada de un traslado de prisión, pero sí dijo que será juzgado en la primera semana de julio por un tribunal iraquí.La oleada de violencia que vive el país en el último mes ha sido una de las razones principales para el adelanto del traspaso. Varios grupos de la resistencia habían amenazado con acciones similares mañana miércoles, día previsto para la ceremonia.