El primer ministro de Irlanda, Bertie Ahern, parece dispuesto a culminar su semestre de Presidencia de la Unión dando por cerradas las negociaciones lanzadas hace casi dos años sobre la primera Carta Magna de la UE. Ahern fue optimista al final de la primera sesión de trabajo que mantuvieron ayer en Bruselas los jefes de gobierno de los 25 países de la UE al asegurar que «no hay ningún tema insuperable» que pueda impedir un acuerdo sobre la Constitución europea.
Aunque prometió trabajar toda la noche para presentar a primera hora de hoy una nueva propuesta global de compromiso, el jefe del Gobierno irlandés señaló algunos temas como «casi cerrados», como la composición de la Comisión y del Parlamento Europeo. Los países menos poblados, no obstante, se siguen resistiendo a que se fije una fecha precisa (2014) para que el Ejecutivo comunitario cuente con 18 miembros nada más, es decir, menos comisarios que estados miembros.
El número mínimo de eurodiputados por país será de 6 miembros, aunque seguramente se revisará la distribución, ya que, por ejemplo, España aspira a recuperar algunos asientos perdidos (14) en la negociación del Tratado de Niza. No obstante, el asunto en el que todavía hay mayor oposición es el sistema de voto en el Consejo. Por un lado Francia y Alemania aceptaron ayer que las decisiones se adopten cuando las apoye el 55% de los Estados que representen el 65% de la población, con lo que han flexibilizado su radical defensa de la propuesta de la Convención (50-60) y se han aproximado a la posición de España.