La resolución, presentada por EEUU y Gran Bretaña, logró el voto afirmativo de los quince miembros del Consejo, pese a las objeciones iniciales expresadas por algunos miembros, como Francia, que no quedaron plenamente satisfechos. La aprobación pone término a un largo y difícil proceso iniciado hace varios meses, con el que se quiere marcar una nueva fase en la transición de Irak hacia una democracia.
Estados Unidos espera que la resolución contribuya a impulsar su propuesta de que los países acreedores del Club de París hagan un mayor esfuerzo para la condonación de la deuda exterior de Irak, tema que será debatido en la reunión del G8 (grupo de siete países más industrializados y Rusia) que se celebra desde hoy en Sea Island (Georgia, EEUU).
Miembros del Consejo de Seguridad han coincidido en elogiar el espíritu constructivo con el que ha trabajado EEUU, para acomodar en el documento las demandas de los demás países. La resolución declara el fin de la ocupación militar el 30 de junio próximo, momento en que se disolverá la Autoridad Provisional de la Coalición y el nuevo gobierno asumirá la soberanía.
Dadas las actuales condiciones de seguridad en Irak y a petición del Gobierno iraquí, se autoriza el mantenimiento de una fuerza internacional, que actualmente está compuesta por 160.000 soldados, y que seguirá bajo mando de EEUU, aunque la resolución no lo especifica.
El mandato de esta fuerza multinacional será revisado doce meses después de la aprobación de la resolución o a petición del Gobierno iraquí, que en cualquier momento podrá pedir que las tropas extranjeras abandonen el país. La relación de cooperación entre el Gobierno interino y la fuerza multinacional se explica en unas cartas enviadas por el primer ministro iraquí, Iyad Alaui, y el secretario de Estado de EEUU, Colin Powell, que han sido incorporadas a la resolución.