JOSÉ SEAGE-BAGDAD
La resistencia iraquí se ha centrado en las últimas horas contra
uno de los aliados de Estados Unidos, Italia. El motivo no es otro
que hoy llega a Roma el presidente George W. Bush a Roma, dentro de
su gira para conmemorar el sesenta aniversario del desembarco en
Normandía.
La embajada de Italia fue el blanco elegido ayer por los insurgentes iraquíes, que dejaron un muerto y cinco heridos en un ataque con cohetes que cayeron en su mayor parte fuera del recinto de la sede diplomática. Al menos seis cohetes tipo Katiusha impactaron contra las barreras de defensa de la embajada italiana y sus alrededores en el centro de Bagdad.
Dos de los misiles hicieron explosión en el momento del ataque. El primero de ellos acabó con la vida de un transeúnte justo delante de la puerta principal que da acceso a la embajada, según confirmaron fuentes policiales en el lugar.
El propio consejero de la legación, Fabrizio Nicoletti, dijo que creyó haber oído seis impactos, pero que ninguna explosión se registró dentro del recinto diplomático, sino en las inmediaciones. Igualmente aseguró a los periodistas que nadie de la cancillería resultó herido en el atentado.