El fiscal general de Estados Unidos, John Ashcroft, anunció ayer que han iniciado las gestiones para pedir la extradición del clérigo islámico radical Abu Hamza, detenido la pasada madrugada en Londres y acusado de 11 cargos de terrorismo.
La detención fue llevada a cabo por la policía británica a petición del Departamento de Justicia de EE UU, que acusa a Hamza de conspirar para un secuestro ocurrido en Yemen, en el que murieron cuatro rehenes, y de dar apoyo logístico a organizaciones terroristas, entre ellas Al Qaeda.
Los cargos, dijo el fiscal general, incluyen también un presunto intento de establecer un campo de entrenamiento para miembros de la «Yihad» en Bly (Oregón).
Ashcroft, quien anunció los cargos en una rueda de prensa en Nueva York, recordó que, de ser considerado culpable, podría ser condenado a pena de muerte o cadena perpetua por los delitos de secuestro, mientras que por su colaboración con los terroristas la pena máxima es de 100 años de cárcel.