MACARENA VIDAL-WASHINGTON
La falta de disciplina, de adiestramiento y de mando adecuado
sentaron las bases para los malos tratos a los presos iraquíes por
parte de militares de EEUU, según el general encargado de elaborar
el informe sobre el caso. El general Antonio Taguba, el primero que
investigó los maltratos perpetrados en la cárcel de Abu Gharib, en
las afueras de Bagdad, compareció ayer ante el Comité de las
Fuerzas Armadas del Senado, que trata de esclarecer las denuncias
en torno a los abusos.
«Unos pocos soldados y civiles conspiraron para abusar y perpetrar actos atroces de violencia contra los detenidos y otros civiles fuera de los límites que marcan el Derecho internacional y la Convención de Ginebra», explicó el alto mando. Taguba denunció la existencia de «fallos en el mando, del comandante para abajo» en los maltratos contra los presos retenidos en la prisión de Abu Gharib, en las afueras de Bagdad, y que incluyen abusos sexuales.
Sin embargo, indicó que no había encontrado pruebas de que se hubieran impartido órdenes específicas para que los guardianes e interrogadores se comportaran del modo en que lo hicieron. Los maltratos fueron resultado de la «falta de adiestramiento y de supervisión» de los guardianes de la prisión, explicó el general, quien describió la situación como «muy grave, muy delicada y muy seria».
En su declaración, el general no descartó que agentes de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) participaran en los abusos junto a los soldados estadounidenses y personal civil contratado para desarrollar los interrogatorios. El militar declaró que los investigadores a su cargo habían recibido denuncias sobre la implicación de «otras agencias gubernamentales» en los abusos. Normalmente, esta expresión hace referencia a la CIA.