Por primera vez en más de trece años, el barril de crudo Brent llegó a superar ayer los 37 dólares, lo que hizo sonar las alarmas ante el temor de que la escalada alcista del petróleo repercuta en la economía mundial.
Mientras en Nueva York el petróleo se acercaba peligrosamente a los 40 dólares, en Londres el barril del Brent para entrega en junio se colocó por la mañana en 37,15 dólares, aunque después su precio se fue moderando hasta marcar los 36,30 dólares.
Las razones de esas alzas, que tiñeron de rojo los mercados europeos, son las mismas: el temor a nuevos atentados en Oriente Medio, la violencia en Irak, el nivel de reservas en Estados Unidos y la posibilidad de nuevos recortes de producción por parte de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
En Londres, donde las presiones del precio del petróleo se unieron a la subida en un cuarto de punto de los tipos de interés, la Bolsa de Valores cayó un 1,17 por ciento, la bajada más pronunciada en mes y medio.
Esa tendencia se reprodujo al cierre de los índices de referencia de los principales mercados europeos, como Madrid, que tuvo un descenso del 1,41%; Fráncfort, que bajó un 2,8%; París un 1,99%; Milán, que retrocedió el 1,88%, y Zúrich, que descendió un 1 por ciento.