El primer ministro británico, Tony Blair, dio un giro político al confirmar ayer en el Parlamento la convocatoria de un referéndum sobre la futura Constitución europea para que el pueblo tenga la «palabra final».
«Es hora de resolver de una vez por todas si este país, el Reino Unido, quiere estar en el centro y el corazón de Europa a la hora de tomar una decisión», dijo Blair al exponer su argumento en la Cámara de los Comunes sobre la histórica consulta popular.
«Es hora de decidir si nuestro destino es el de ser un socio importante y aliado de Europa o si nos quedamos al margen», agregó. Al término de su intervención, Blair vino a decir: «Pongamos este asunto sobre la mesa y empecemos a debatirlo».
Hasta ahora, el jefe del Gobierno del Reino Unido se había negado a organizar un plebiscito por considerar que la Carta Magna europea no altera la relación de Londres con la UE.
Para Blair ha llegado el momento de que los «euroescépticos» digan lo que tengan que decir, pero que se deje a «quienes creemos que el Reino Unido debe estar en Europa, no sólo porque creemos en Europa sino porque creemos en el Reino Unido, que digamos también lo que tengamos que decir».
La Constitución, una vez aprobada por los líderes de los países de la Unión Europea, será debatida primero en el Parlamento y después sometida a una votación ciudadana para ratificar su adhesión al documento, dijo Blair. Si bien Tony Blair no habló de la fecha del referéndum, se da casi por seguro que se celebrará en la primavera del año próximo, posiblemente después de las elecciones generales británicas.