Al menos cinco marines estadounidenses y diez ciudadanos iraquíes murieron en un enfrentamiento cerca de la frontera con Siria, en un nuevo frente que se suma a los de Faluya y las ciudades chiíes del sur del país. Otros cinco han muerto en las últimas horas: tres en Diwaniya, uno en Bagdad y otro en la provincia de Al-Anbar.
Cinco marines estadounidenses y diez iraquíes murieron en un intercambio de fuego que duró más de 14 horas en una localidad situada en la frontera con Siria, informaron testigos en la zona, sin que exista todavía confirmación oficial. La batalla comenzó el sábado cuando insurgentes iraquíes tendieron una emboscada a un convoy militar, en la que murieron cinco marines y nueve más resultaron heridos, según un periodista del diario estadounidense, San Louis Post-Dispatch, que viaja «empotrado» con un batallón norteamericano.
Entretanto, un soldado estadounidense y dos civiles iraquíes han muerto en Bagdad en los últimos dos días, según informó el mando militar estadounidense. El soldado estadounidense, perteneciente a la «Task Force Baghdad», murió la mañana del sábado al explotar un artefacto al paso del convoy militar en que viajaba.
Este tipo de ataques, mediante artefactos explosivos accionados a distancia, es uno de los métodos más utilizados por los grupos insurgentes contra las tropas ocupantes, especialmente en las cercanías de Bagdad. Los iraquíes muertos son dos civiles, que murieron el viernes cuando un cohete disparado contra un campamento militar estadounidense en Bagdad erró el blanco y cayó en un barrio cercano.