La adhesión de siete nuevos miembros a la OTAN, que se hizo efectiva ayer en una ceremonia en la Casa Blanca, constituye la mayor ampliación en sus 55 años de historia y la segunda extensión al Este.
El ingreso de Letonia, Lituania, Estonia, Rumanía, Bulgaria, Eslovaquia y Eslovenia eleva a 26 el número de estados miembros.
Todos ellos son antiguos países comunistas y seis (menos Eslovenia) formaron parte del Pacto de Varsovia.
Cinco de estos países (Letonia, Lituania, Estonia, Eslovaquia y Eslovenia) también se integrarán en la Unión Europea el próximo 1 de mayo, mientras que Bulgaria y Rumanía deberían hacerlo en 2007.
El ingreso de los siete nueve aliados se hizo efectivo en el momento en el que los jefes de Gobierno de estas naciones depositaron sus respectivos instrumentos de ratificación del Tratado de Washington en el Departamento de Estado de EE UU, país depositario del Tratado fundador de la Alianza Atlántica.
«A los siete jefes de estado aquí presentes, a ustedes y a sus pueblos: Bienvenidos a la mayor y más exitosa alianza de la historia. Bienvenidos«, dijo el secretario de Estado Colin Powell.
Moscú reiteró ayer su descontento ante esta expansión, que permite a la alianza integrar por primera vez a tres países bálticos (Estonia, Latvia y Lituania), que pertenecieron a la ex URSS, fronterizos con Rusia.
Los representantes de los nuevos miembros de la OTAN fueron después recibidos por el presidente George W. Bush en la Casa Blanca. «La adhesión de esos siete países hará avanzar la causa de la libertad y reforzar la Alianza atlántica, el principal pilar de las relaciones transatlánticas, en momentos en que enfrenta los desafíos del siglo XXI», declaró la Casa Blanca.