Miles de personas protagonizaron ayer una huelga en Italia en protesta por la reforma de las pensiones que el Consejo de Ministros llevó a cabo a principios de este año y que implica que desde 2008 un trabajador sólo se podrá jubilar tras 40 años de cotizaciones o bien de 35 siempre que haya cumplido 60 años de edad, frente al sistema actual, que prevé el cobro de la pensión a los 57 años con 35 de contribuciones.
Los sindicatos italianos afirmaron ayer que la huelga general de cuatro horas planteada contra el Gobierno ha sido un éxito y reclamaron al Ejecutivo de Silvio Berlusconi cambios en su estrategia económica y en la reforma del modelo de pensiones.
En una nota conjunta, CGIL, CISL y UIL, que suman más de diez millones de afiliados, aseguraron que se había producido «una alta adhesión a la huelga y una fuerte participación en las manifestaciones» que se han desarrollado en todas las provincias del país.
«El país se ha parado», según las tres centrales, que en el comunicado señalan que el paro ha sido siempre superior al sesenta por ciento en empresas como Fiat, Parmalat, Barilla, Otis, Pirelli o Enel. La banca ha cerrado y el paro ha sido seguido masivamente en la Administración Pública (el 80 por ciento según las centrales) y la enseñanza, mientras que en el pequeño comercio apenas se ha notado, según las primeras impresiones. La huelga es de cuatro horas en la industria, los peajes de autopistas y los trenes, pero de toda la jornada en la Administración Pública, la enseñanza y el sector bancario.