El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ganó, tal y como se esperaba, las elecciones presidenciales de ayer con una abrumadora ventaja sobre sus cinco rivales, según los resultados preliminares. Los primeros datos anunciados por la Comisión Electoral Central (CEC) poco después del cierre de los últimos colegios en la parte occidental de país daban a Putin un 68 por ciento de los votos, con más de 50 puntos porcentuales sobre su más cercano rival, el comunista Nikolái Jaritónov, que obtuvo el 14,3 por ciento. Estos datos corresponden al 21,5 por ciento de los colegios electorales, situados en el este del país, donde la votación terminó horas antes de que concluyera en la parte occidental de Rusia, cuyo territorio abarca once husos horarios.
En tercer lugar se situaba el nacionalista de izquierda, Serguéi Glaziev, con el 4,7 por ciento, seguido de la liberal Irina Jakamada, con el 4,6 por ciento. El ultranacionalista Oleg Malyshkin conseguía el 2,8 por ciento, mientras que el presidente del Senado, Serguéi Mirónov, recibía tan sólo el 0,9 por ciento. La opción «Contra todos», que contempla la legislación electoral rusa, superaba a estos dos últimos candidatos, con el 3,9 por ciento de los sufragios. Según el primer comunicado oficial, la participación electoral hacia las 16.30 GMT, hora y media antes del cierre de los últimos colegios, era del 61,18 por ciento.
Ayer por la mañana, en declaraciones a pie de urna, Putin hizo un llamamiento a los electores a «tomar conciencia del grado de responsabilidad de su elección». «Rusia no es peor que otros países y el sentido de la responsabilidad de las personas irá en aumento», afirmó el «número uno» del Kremlin, a quien los resultados preliminares convierten en ganador sin necesidad de una segunda ronda electoral. «Los resultados de la votación son un gran logro del Partido Comunista», dijo Jaritónov, quien resaltó que perdió ante una «máquina poseedora de enormes recursos estatales, organizativos y financieros».