ROMA/FRANCE PRESS
Cerca de 200 personas fueron asesinadas el sábado por los fanáticos
cristianos del Ejército de Resistencia del Señor (LRA) en el campo
de desplazados de Barlonyo, situado en la localidad de Ogur, a 25
kilómetros al noreste de Lira, capital del distrito del mismo
nombre del norte de Uganda. Estas muertes se unen a las decenas de
miles de personas asesinadas, secuestradas y desplazadas que ya se
han registrado desde que comenzó el conflicto hace más de 15 años,
en una de las crisis humanitarias más olvidadas del planeta.
«No tengo palabras para describir lo que he visto en Barlonyo», comentó el padre Sebhat Ayele, un misionero colombiano, a la agencia misionera de noticias MISNA.
Según el misionero, de nacionalidad eritrea, el ataque fue perpetrado por un centenar de asaltantes, muchos de ellos niños y adolescentes. Por su parte, un parlamentario que se presentó en el lugar, Charles Angiro, informó de 192 muertos.
La matanza fue perpetrada hacia las cinco de la tarde (siete de la tarde en Balears), y se prolongó durante tres horas. Las 480 tiendas de campaña del campamento, que alberga a 4.810 personas huidas de la violencia, fueron incendiadas y muchas de las víctimas fallecieron abrasadas dentro de ellas después de que los rebeldes las obligaran a entrar en su interior.Los supervivientes se han quedado sin techo. «He visto un número impresionante de muertos, muchos de ellos carbonizados en el interior de las tiendas de campaña», afirmó el padre Sebhat.