La Comisión Europea aprobó ayer la fusión entre las compañía aéreas francesa Air France y la holandesa KLM, que dará nacimiento al mayor grupo de compañías aéreas de Europa, una vez que han resuelto los problemas desde el punto de vista de la competencia. Los problemas para la competencia se derivaban en especial de las líneas entre París y Amsterdam y entre Europa y Estados Unidos, según un comunicado.
La investigación sobre esta operación ha llevado a la Comisión Europea a «exigir» la cesión de 94 «slots» (derechos de despegue y aterrizaje) diarios, lo que supone 47 trayectos. De esta forma, se permitirá que otras aerolíneas presten servicios donde «la competencia podría haber sido eliminada o significativamente reducida» y por lo tanto preservar la elección de compañías y precios competitivos para los viajeros europeos.
El Ejecutivo comunitario también «obtuvo garantías» por parte de los Gobiernos francés y holandés de que darán derechos de tráfico a otras compañías que quieran hacer escalas en Amsterdam o París en sus rutas hacia Estados Unidos y otros destinos que no sean de la Unión Europea.
Estos países «también han asegurado que se abstendrán de regular los precios en las rutas de larga distancia en que otras compañías aéreas ofrecen servicios indirectos compitiendo con Air France y KLM».