VIVIANA GARCÍA-LONDRES
El primer ministro británico, Tony Blair, confirmó ayer la apertura
de una investigación sobre la información ofrecida por los
servicios secretos acerca de las supuestas armas de destrucción
masiva de Irak, utilizada para justificar la guerra. Con motivo de
su comparecencia ante el Comité de Enlace, formado por los
presidentes de todos los comités de la Cámara de los Comunes, Blair
dijo que es necesario indagar la forma en que los datos secretos
fueron reunidos y evaluados.
La decisión del jefe de Gobierno se conoció después de que el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, dispusiera una investigación similar sobre los datos utilizados para la guerra de Irak, que empezó en marzo de 2003. La Administración laborista británica siempre argumentó que Irak tenía armas químicas y biológicas que representaban un peligro para la humanidad.
Blair admitió que hay interrogantes sobre las armas después de que el ex jefe de los inspectores de armas de EEUU en Irak David Kay asegurase la semana pasada que no había arsenal de destrucción masiva en Irak. «Hay que investigar asuntos relacionados con la inteligencia, con la compilación de datos secretos y con la evaluación y el uso que le dio el Gobierno», dijo Blair.
Blair dejó claro que su Gobierno ha sido exonerado en el llamado informe Hutton de tratar de inflar las pruebas sobre las armas de Irak para justificar la guerra en ese país, por lo que advirtió que la comisión en ningún caso podrá hacer valoraciones políticas que se tomaron sobre el tema. Pese a la ausencia de armas en Irak, Blair insistió en que fue correcto sacar del poder a Sadam Husein.El ministro británico de Exteriores, Jack Straw, dio a conocer los detalles de la investigación, que estará a cargo de lord Butler de Brockwell, un funcionario que ha trabajado para varios primeros ministros, entre ellos Margaret Thatcher (1979-90) y Tony Blair, en el poder desde 1997.