El embajador de EE UU en Israel, Daniel Kurzer, dijo ayer en Tel Aviv que pide al presidente de la ANP, Yaser Arafat, que detenga a los autores de la explosión registrada al paso de una caravana de vehículos de EE UU en la franja de Gaza, que ha matado a tres guardias de seguridad estadounidenses.
El diplomático anunció que el FBI enviará un equipo a la región para investigar el ataque y corroboró que la embajada ha hecho un llamamiento a todos los ciudadanos de EE UU, entre 200 y 400, que viven en Gaza para que la abandonen.
El suceso de ayer constituye el primer ataque con víctimas contra diplomáticos de EE UU en tres años de Intifada por lo que las embajadas están tomando serias medidas de seguridad.
Tres guardaespaldas privados de nacionalidad estadounidense murieron y otro resultó gravemente herido cuando el segundo de los vehículos de una columna de tres todoterrenos blindados topó con una bomba.
La caravana se dirigía a Gaza con funcionarios de la embajada de EE UU para reunirse con universitarios que tenían previsto entrevistar para otorgarles la beca Fulbright, con dos coches de la policía palestina.En el primer todoterreno -según un oficial palestino- viajaban Charles Cole, encargado de los proyectos que realiza la Embajada de EE UU en la franja de Gaza y William Roebuck, el agregado cultural de la Embajada.