EFE/FRANCE PRESS-COCHABAMBA
El clima de protestas en que se halla sumida Bolivia desde hace un
mes se extendió ayer a las ciudades del oeste y centro del país,
donde hubo dos muertos en un choque entre manifestantes y
antidisturbios, y a Cochabamba, en el centro. La actual crisis, que
se agravó durante la última semana, cuando las manifestaciones
iniciadas en el altiplano andino alcanzaron las poblaciones de La
Paz y El Alto, ha ocasionado al menos 76 muertos, según datos de la
Asamblea Permanente de Derechos Humanos.
Los grupos opositores se manifiestan contra la exportación de gas natural al extranjero, lo que han ampliado a la exigencia de renuncia del presidente del país, Gonzalo Sánchez de Lozada. Los primeros incidentes del día se produjeron en la carretera que comunica Oruro con La Paz, donde unos 2.000 mineros que pretendían llegar a esta última ciudad se enfrentaron con las fuerzas de seguridad, con el resultado de dos muertos por disparos de bala y varios heridos.
El violento choque se registró en Patacamaya, a unos 109 kilómetros al sur de La Paz, cuando los manifestantes intentaron burlar el cierre de carreteras dispuesto por las autoridades para evitar que aquéllos llegaran a su destino.
La convulsión social, radicada hasta ahora en La Paz y El Alto -donde continúa cerrado el aeropuerto internacional a vuelos comerciales-, se extendió ayer también a Cochabamba (centro), donde el paro es generalizado por la huelga de transporte, el cierre de los comercios y de los colegios. Las actividades quedaron en suspenso desde primeras horas de la mañana por el comienzo de la huelga general indefinida convocada el martes (madrugada de ayer en Balears) por la Central Obrera Boliviana (COB).