ROCÍO AYUSO-LOS ÀNGELES
Los californianos deciden hoy si destituyen o no al gobernador del
estado, Gray Davis, y, en ese caso, quién será su sucesor, en unas
peculiares elecciones que tienen tanto de históricas como de
circenses. En medio de la situación, el actor republicano Arnold
Schwarzenegger se mostró ayer en su último mitin de campaña
convencido de que se victoria será aplastante.
Pocas horas antes de que se abran los colegios electorales, la incertidumbre sobre lo que ocurra hoy es la tónica general. Los sondeos se muestran favorables a la destitución de Davis y apoyan a Schwarzenegger como futuro gobernador, pero, a tenor de lo que ha ocurrido en la campaña, nadie se atreve a dar estas tendencias por sentadas.
De acuerdo con un sondeo de la cadena NBC, el 54 por ciento de los encuestados quiere la destitución del actual gobernador, elegido en 1998 y reelegido para el cargo en noviembre pasado. A ellos está dirigida la primera pregunta en la papeleta de esta compleja votación, donde deberán indicar si desean o no la destitución de Davis.
Si se cumplen los pronósticos de las encuestas, Davis puede pasar a la historia como el primer gobernador destituido en California, pero la eventual victoria de Schwarzenegger está también en el aire. Aunque los sondeos le favorecen con un 37% de los votos frente al 29% del hispano Cruz Bustamante, su principal rival demócrata, las denuncias de abusos sexuales hechas en los últimos días por un grupo de mujeres parecen estar haciendo mella en el actor nacido en Austria.