La Comisión Europea anunció ayer «claros signos» de que la economía de la Eurozona está «a punto de emprender la tan esperada recuperación», aunque matizó que la intensidad dependerá en gran medida del crecimiento que se registre en Estados Unidos.
Según el último informe trimestral sobre la situación económica en la zona del euro, publicado ayer, tanto la confianza de los consumidores como la de los empresarios «mejoran» y «algunos indicadores clave comienzan a apuntar al alza».
Se trata, en particular, de los balances empresariales y las condiciones del sector financiero. «Ello no significa que los riesgos hayan desaparecido, pero están más equilibrados que hace unos meses», asegura el Ejecutivo de la UE en un comunicado.
«La economía mundial está alcanzando impulso, las limitaciones impuestas por el presupuesto de las empresas se relajan y, simultáneamente, las condiciones financieras apoyan el crecimiento», explica la nota.
La CE recuerda que las limitaciones impuestas en los balances han sido «una de las principales causas de la debilidad económica durante el período de desaceleración de la actividad». Ahora bien, según el informe trimestral, «la deuda y los balances de las empresas no deberían frenar ya de manera sensible la recuperación».
«Algunos señales indirectas recientes de esta evolución, especialmente la reanudación de la financiación por medio del préstamo y los fondos propios, así como la reducción de los márgenes sobre las obligaciones de las sociedades, invitan a pensar que las limitaciones se han atenuado».