EFE-CAMP DAVID
Los presidentes de EEUU y Rusia, George W. Bush y Vladimir Putin,
pidieron ayer a Irán y Corea del Norte que abandonen los programas
de armas nucleares que supuestamente están desarrollando. En una
conferencia de prensa conjunta tras dos días de conversaciones en
la residencia de Camp David (Maryland), Bush señaló que «nuestro
objetivo común es lograr que Irán no tenga armas nucleares o un
programa de armas nucleares».
«Urgimos firmemente a Irán para que cumpla totalmente todas sus obligaciones incluidas en el Tratado de No Proliferación», añadió el presidente estadounidense. Putin, por su parte, dijo que EEUU y Rusia quieren enviar a Irán «una señal clara pero respetuosa» de que debe aumentar su cooperación con el Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA). Este organismo dio un plazo a Teherán para que permita antes del 31 de octubre la entrada de inspectores en el país, y además encontró nuevas trazas de uranio enriquecido en suelo iraní. Sin embargo, ninguno de los dos presidentes respondió claramente a una pregunta acerca de si Rusia se habría comprometido a suspender su cooperación nuclear con Irán, que tanto Moscú como Teherán afirman está destinada a una central de producción de energía.
Sobre Corea del Norte, Bush declaró que «urgimos firmemente» a ese país «para que ponga fin de forma completa, verificable e irreversible a su programa nuclear». Putin apuntó que el régimen norcoreano debe abandonar su programa nuclear, pero opinó que el progreso en las conversaciones con ese país «debe ir acompañado con la concesión de garantías a Corea del Norte en la cuestión de la seguridad». En el resto de asuntos tratados, como Chechenia u Oriente Medio, la reunión de Camp David mostró también pruebas del entendimiento entre Moscú y Washington. Sobre Chechenia, Bush reconoció por primera vez que el conflicto en esa república rusa forma parte de la guerra contra el terrorismo, una declaración que Rusia lleva años esperando por parte de EEUU.