El secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, ha establecido un plazo de seis meses para que los líderes iraquíes elaboren una nueva Constitución con el objeto de que el próximo año pueda haber un gobierno legitimo en Irak, según publicó ayer The New York Times. En declaraciones al periódico neoyorquino Powell reveló este plazo, que responde a las presiones de Francia y otros países para acelerar la devolución del gobierno a los iraquíes. Powell dijo que los iraquíes «tienen seis meses. Será un plazo difícil de cumplir, pero tenemos que conseguir que avancen».
La Constitución, además de establecer el nuevo sistema político por el que se regirá el país, deberá también abrir el camino para unas elecciones generales que permitan el establecimiento de un gobierno elegido el próximo año, señala el diario. Hasta que no se cumplan todos esos pasos, Estados Unidos no transferirá el control del país como autoridad ocupante, insistió el secretario de Estado. Francia pide que sea transferido el poder en un mes o en cuestión de pocos meses a un gobierno formado por iraquíes designados al efecto, pero Powell consideró que los reductos que todavía apoyan al depuesto presidente Sadam Husein y a su partido Baas provocarían una rebelión contra el nuevo ejecutivo.
Además ayer, un tercio del personal internacional de la ONU en Irak ha empezado a abandonar el país en dirección a Amán, tras la decisión anunciada el jueves por el secretario general de la organización, Kofi Annan. La ONU, que contaba con 650 funcionarios internacionales en el país antes del atentado del 19 de agosto, verá limitado su personal extranjero a 60 personas.