AGENCIAS-NACIONES UNIDAS
El Consejo de Seguridad de la ONU pidió ayer a Israel que dé marcha
atrás en su decisión de expulsar al presidente de la Autoridad
Palestina, Yasser Arafat, por considerar que tendría consecuencias
muy negativas. Así se puso de manifiesto en una sesión abierta
convocada por el Consejo de Seguridad para analizar la grave
situación que atraviesa la crisis palestino-israelí, en la que
participaron unos 30 países.
El enviado especial de Naciones Unidas en Oriente Medio, Terje Roed Larsen, señaló como causa principal de la no aplicación de la «Hoja de ruta» el «derramamiento de sangre que se ha producido en el último mes, y que ha sido desalentador para todos».
Uno de los acontecimientos más graves, dijo, ha sido la reciente decisión de Israel de eliminar como líder de la ANP a Arafat, a quien la ONU considera «un dirigente elegido democráticamente». «Arafat es el líder legítimo de los palestinos. Representa la identidad de los palestinos y sus aspiraciones nacionales, y por tanto, no es alguien irrelevante», dijo.
El presidente egipcio, Hosni Mubarak, y su colega francés, Jacques Chirac, criticaron también los planes de Israel al considerar que sería «un error extremadamente peligroso» que «no contribuiría a una solución pacífica», mientras que para Londres la idea de asesinar a Arafat resulta totalmente «inaceptable».