RUTH HERNÀNDEZ / ANA GEREZ
Dos años después de los atentados terroristas del 11 de septiembre,
perdura un sentimiento de impotencia y dolor entre familiares,
amigos y ciudadanos, que ayer rindieron memoria a las víctimas. «Es
un dolor muy grande», dijo la dominicana Carmen García, residente
de Brooklyn, quien aseguró que «cada día es peor» y que siente
«mucha tristeza» por la pérdida de su hija de 21 años, cuyos restos
nunca fueron recuperados por los equipos de rescate. «Perdimos 23
policías de la unidad de emergencias y 14 eran mis amigos. Lo que
pasó jamás se olvidará», declaró Carlos Hernández, policía de la
unidad canina, contento de que «nos podamos unir en un día como
éste». Hernández, quien se encontraba en Long Island cuando escuchó
la noticia de los atentados y llegó a Manhattan antes de caer la
segunda de las Torres Gemelas, es una de las muchas personas que
trabajó en las labores de rescate o perdió compañeros en la
tragedia y que ayer asistió al acto.
El presidente de EEUU, George W. Bush, ha pedido al Congreso más facultades en la lucha antiterrorista, pero la solicitud ha sido criticada por legisladores y grupos cívicos que advierten que el Gobierno abusa de su autoridad. El presidente formuló la solicitud después de difundirse una grabación en la que la organización Al Qaeda prometía llevar a cabo nuevos ataques terroristas contra Estados Unidos. Bush instó a que el Congreso lo libere de las «ataduras».