AGENCIAS-LONDRES
El primer ministro británico, Tony Blair, compareció ayer ante el
Alto Tribunal de Inglaterra y Gales donde declaró durante dos horas
y veinte minutos ante el juez. Durante su intervención, Blair
defendió su integridad y negó que las acusaciones que aseguran que
exageró los informes secretos para justificar la guerra en Irak
fueran ciertas.
Blair mostró su malestar con el periodista de la BBC, Andrew Gilligan, quien dijo que el Gobierno había manipulado los informes, en concreto el hecho de que apareciera que el presidente derrocado iraquí Sadam Husein podía desplegar sus armas de destrucción masiva en un plazo de 45 minutos. El primer ministro aseguró que si estas informaciones hubieran sido ciertas, él ya habría presentado su dimisión.
La declaracion de ayer del primer ministro concuerda con la declaración del martes de John Scarlett, del jefe de los servicios de inteligencia, cuando dijo que fueron estos servicios de inteligencia los responsables del contenido de los dossiers que se presentaron a la nación como las presuntas pruebas de que Sadam Husein poseía armas de destrucción masiva.