Cien mil personas clamaron venganza ayer en uno de los entierros más multitudinarios vistos en Gaza, el del jefe de Hamas asesinado el jueves por tropas de Israel, país al que pide tiempo la Autoridad palestina para aplacar a los grupos islámicos. El funeral por Ismail Abu Shanab, «número tres» de esa agrupación integrista al que mataron el jueves misiles disparados por helicópteros israelíes, comenzó al concluir en las mezquitas los rezos del viernes, día sagrado de los musulmanes.
El cadáver de Abu Shanab, de 56 años, fue trasladado desde el hospital Shifa a la mezquita central de la ciudad, acompañado por decenas de miles personas. Los dos guardaespaldas del dirigente que murieron con él fueron enterrados en la misma ceremonia, en la que decenas de hombres enmascarados dispararon al aire al paso del cortejo fúnebre.
Varios comentaristas consideran el entierro el más multitudinario celebrado en la ciudad desde hace décadas y calcularon el número de participantes en unos cien mil.