EUROPA PRESS-SEUL
El presidente de Hyundai Asan Corp, Chung Mong Hun, se suicidó ayer
lanzándose desde la ventana de su oficina situada en una duodécima
planta, días antes de comparecer ante la Fiscalía por su presunta
implicación en un escándalo político por la transferencua secreta
de 500 millones de dólares a Corea del Norte días antes de la
Cumbre intercoreana de junio de 2000. Chung, de 54 años, dejó
escritas dos notas de cuatro páginas cada una en las que se llamaba
a sí mismo «estúpido», pero en las que no explica realmente los
motivos de su decisión.
La muerte de Chung ha causado sorpresa en el entorno empresarial de Seúl. El directivo de esta filial del gigante industrial Hyundai dedicada a Corea del Norte estaba acusado también de falsificación de documentos de la empresa para ocultar la transferencia secreta antes de la Cumbre entre Pyongyang y Seúl.
La Cumbre intercoreana fue una auténtica celebración que lanzó la cooperación entre las dos Coreas y ayudó al ex presidente surcoreano Kim Dae Jung a ganar el Nobel de la Paz del año 2000, pero la relevancia del galardón se vio empañada por las acusaciones de que compró con dinero la celebración de la Cumbre. El dinero pagado por Hyundai estaba supuestamente destinado a asegurarse la adjudicación de monopolios en el sector de turismo y otros proyectos en Corea del Norte.Fuentes de la empresa afirmaron que el magnate, hijo del fundador de Hyundai, dejó dos notas de despedida, una para su familia y otra destinada a un colaborador cercano. «Siento ser un hombre estúpido y cometer un acto estúpido», afirma el escrito dirigido a su hombre de confianza Kim Yoon Kyu, a quien también le pide que continúe con los proyectos de negocio de Hyundai Asan en Corea del Norte. En la segunda nota, dirigida a su mujer y sus hijos, Chun pidió que sus cenizas sean esparcidas en el Monte Geumag, un lugar en el que el empresario proyectaba crear visitas turísticas.