OTR/PRESS-NUEVA YORK
El primer ministro israelí, Ariel Sharon, afirmó ayer que Israel
continuará con las obras de construcción del muro de seguridad en
Cisjordania, a las que se ha visto «obligado» por motivos de
seguridad, a pesar de las advertencias del presidente de Estados
Unidos, George W. Bush, de las graves consecuencias que eso tendría
para el difícil proceso de paz en Oriente Próximo. Sharon también
reiteró su exigencia a su homólogo palestino, Mahmud Abbas (Abu
Mazen), para que desmantele «completamente» las milicias radicales
y no se detenga en la declaración del alto el fuego.
Sharon se reunió ayer con Bush en la Casa Blanca y ambos mandatarios celebraron posteriormente una conferencia de prensa en el mismo lugar en el que el pasado viernes estuvo el primer ministro palestino, Abu Mazen pidiendo al mandatario estadounidense que presione en contra de la construcción del muro en Israel.
«Estados Unidos está firmemente comprometido con la seguridad de Israel como un Estado judío y con la seguridad del pueblo israelí. Mi compromiso con la seguridad de Israel es inquebrantable», declaró Bush.
Tras ello Bush, pidió nuevas concesiones al Gobierno de Sharon: «Insto al primer ministro a que tome nuevas medidas para mejorar las condiciones diarias de los palestinos. Israelíes y palestinos merecen la misma oportunidad de vivir vidas normales libres del miedo, del odio, la violencia y el acoso», declaró.