La resistencia iraquí volvió a golpear ayer y mató a tres soldados estadounidenses e hirió a otros cuatro en la ciudad de Baquba (90 kilómetros al noreste de Bagdad), muy cerca del denominado «triángulo suní», en donde se han producido casi todos los ataques contra las fuerzas de EEUU.
Los soldados fueron atacados con granadas mientras custodiaban el Hospital Infantil de Baquba para evitar que fuera saqueado, como ya ha ocurrido en otras ocasiones desde la caída del régimen de Sadam Husein. Según un comunicado del Mando Central estadounidense, los soldados, adscritos a la IV División de Infantería, fueron atacados a las once de la mañana, sin que se conozcan de momento más detalles.
Desde que el pasado martes Uday y Qusay Husein, hijos de Sadam Husein fueron abatidos en un chalet de la ciudad septentrional de Mosul y las fotografías de sus cadáveres se divulgaron por todo el mundo, han caído ya ocho soldados estadounidenses en diferentes ataques, lo que parece contradecir la tesis de que la resistencia iba a menguar tras la desaparición de los dos hermanos.