EP/AFP-CASABLANCA
Diez penas de muerte fueron pronunciadas ayer en Casablanca
(Marruecos) al término del proceso a 31 presuntos miembros de la
'Salafia Yihadia'.
Entre los condenados a muerte figura Yusef Fikri, considerado el jefe de los inculpados, todos presuntos miembros de la 'Salafia Yihadia', un grupo implicado en los atentados suicidas del pasado 16 de mayo en Casablanca, pero detenidos en el marco de homicidio y agresiones antes de que se produjeran estos ataques. También será ejecutado Mohamed Damir, considerado como su principal lugarteniente.
La cámara criminal del tribunal de apelación condenó en primera instancia a cadena perpetua a ocho procesados, a 20 años de reclusión a siete acusados y a penas de 10 años a otros cinco. Uno de los procesados fue condenado a un año de cárcel.
Los miembros de este grupo estaban acusados por asociación de malhechores, homicidio voluntario con premeditación, mutilación y disimulo de cadáver, intento de asesinato, poesión ilegal de armas de fuego, municiones y armas lancas, robo, secuestro, incendio, falsificación, usurpación de identidad y complicidad.
Por otra parte, el embajador de Marruecos ante la ONU, Mohamed Bennuna, calificó ayer de «contraproducente» el proyecto de resolución que ratifica un plan de resolución del conflicto del Sáhara occidental presentado por Estados Unidos al Consejo de Seguridad.
Bennuna añadió que este texto distribuído por la prensa «no tenía más que tres o cuatro apoyos», entre los 15 miembros del Consejo, cuando un proyecto necesita al menos nueve votos a favor para su adopción.«Dicho proyecto de resolución, sería contraproducente», señaló.