La conferencia entre el primer ministro israelí, Ariel Sharon, y su homólogo palestino, Mahmud Abas, para discutir el inicio de la aplicación de la «Hoja de Ruta» comenzó anoche en Jerusalén oeste, como estaba previsto. Abas, más conocido como Abu Mazen, fue acompañado por su ministro de Asuntos de Seguridad, Mohamed Dahlan, y el titular palestino de Exteriores, Nabil Shaath.
La delegación palestina comunicará a Sharon «la necesidad de comenzar con la aplicación de la Hoja de Ruta lo antes posible y la importancia por parte de Israel de tomar medidas prácticas para crear un ambiente propicio que ayude a poner en marcha el plan de paz», afirmó el ministro palestino de Información, Nabil Amer, en un comunicado emitido ayer. En particular, Amer exigió la puesta en libertad de miles de palestinos que se encuentran en las cárceles israelíes, el cese de la construcción de asentamientos judíos, de las invasiones militares, y de los asesinatos de activistas de la resistencia palestina, el levantamiento del cierre de los territorios palestinos, y que el presidente palestino, «Yaser Arafat, pueda trabajar con libertad».
«Se trata de un principio del diálogo entre ambas partes y esta vez la parte palestina no tiene motivos para no poner en marcha la Hoja de Ruta», afirmó un portavoz del ministerio de Exteriores israelí. Mientras se desarrollaba la entrevista entre los dos líderes los incidentes entre palestinos e israelíes se sucedían. Sharon aseguró ayer que Israel «nunca renunciará a Jerusalén», en un discurso pronunciado por la televisión y la radio públicas pocas horas antes de su anunciada reunión. El principal consejero de la Autoridad Palestina, Nabil Abú Rubeina, declaró poco después que no habrá paz entre israelíes y palestinos mientras Jerusalén Este no sea la capital de un Estado palestino.