El bebé de un año y medio herido ayer por la mañana por el disparo de soldados israelíes en el campo de refugiados de Jan Yunes perdió la vida en el hospital, informaron fuentes palestinas.
Las tropas lo habían herido de gravedad por un disparo en la cabeza en ese campo al sur de la franja de Gaza después de que milicianos palestinos disparasen contra el adyacente asentamiento judío de Nevé Dekalim.
En esa colonia cayeron varios proyectiles de mortero del tipo «Al-Kasam» disparados por militantes palestinos cuando se celebraba el comienzo de la jornada conmemorativa de la Independencia de Israel.
Por otro lado, un militante del Movimiento de la Resistencia Islámica (HAMAS) perdió la vida en una explosión registrada en su edificio de la aldea Zuta, próxima a la ciudad cisjordana de Jenín.
Según algunas fuentes, la muerte se debió a que el palestino manipulaba un artefacto explosivo, mientras que HAMAS acusó a Israel de haber colocado explosivos en el edificio donde se encontraba la víctima mortal.
Numerosos efectivos israelíes penetraron en la aldea Zuta, impusieron el toque de queda e impidieron a sus residentes abandonar sus hogares, mientras que se oían intensos disparos y explosiones en toda la zona, añadieron.