Una revuelta popular está a punto de estallar en Bagdad ante el vacío de poder, la falta de salarios, y la tomadura de pelo del autoproclamado gobernador de Bagdad, Al Zubeidi, que instó a miles de iraquíes a rellenar solicitudes de trabajo, que han ido directamente a la papelera. Cientos de iraquíes se concentraron ayer ante el Hotel Palestina solicitando trabajo y ayuda a Estados Unidos.
Los iraquíes intentaron penetrar en el hotel sin lograrlo ante la resistencia de algunos soldados de Estados Unidos.
Casi un mes después de la entrada de las tropas estadounidenses en Bagdad, los iraquíes se encuentran con un Ejército de ocupación extranjero y sin ninguna administración civil que les aconseje. «Bush, Bush, Bush, Ali Babá», coreaban los manifestantes.