EFE-GINEBRA
La escasez de agua en las principales ciudades, el creciente riesgo
de epidemias debido a una higiene precaria y el agotamiento de las
reservas de alimentos son los problemas más urgentes en Irak,
afirmaron ayer los portavoces de organismos multilaterales y
ONG.
En un repaso de la situación humanitaria en Irak, la portavoz del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Antonella Notari, dijo que la prioridad es el restablecimiento del suministro de agua, pues su aprovisionamiento a través de camiones cisternas es una «solución provisional» y de alcance limitado. Además, muchas familias iraquíes que viven fuera de los centros urbanos tienen dificultades para acceder a la distribución del agua que llega en los camiones.
Notari dijo que «la única solución de largo plazo es que se inicien los trabajos de reparación de la infraestructura y las instalaciones dañadas durante la guerra», para lo cual el CICR podría facilitar el contacto entre representantes iraquíes y las fuerzas aliadas.
Sobre la situación en Bagdad, la portavoz del CICR dijo que la electricidad ha sido parcialmente restablecida, «lo cual ha mejorado la seguridad en la ciudad».
En tanto, «todos los hospitales de la capital iraquí han restablecido la atención», aunque de manera precaria y restringida debido al daño que varios de ellos han sufrido como consecuencia directa de los bombardeos.
Indicó que el personal de los hospitales, médicos y enfermeras, han vuelto masivamente a sus puestos de trabajo, pero con una duda sin resolver: quién pagará sus salarios.
Por su parte, la portavoz de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Christine McNab, dijo que en la provincia de Al Nasariya, al sur del país, los pobladores no tienen agua para beber y la comida que habían almacenado antes del estallido de la guerra han empezado a agotarse.