Estados Unidos ha convocado para el martes en la ciudad de Nasiriya, en el sur de Irak, una reunión de líderes iraquíes y representantes de Washington para discutir el futuro político del país, anunció ayer el Departamento de Estado. «Se celebrará en Nasiriya el próximo martes día 15», dijo el portavoz del Departamento, Richard Boucher.
El vicepresidente estadounidense, Dick Cheney, anunció el miércoles pasado que la reunión se celebraría el sábado, pero la fecha fue desmentida posteriormente por la Casa Blanca.
EEUU espera que la reunión «sea la primera de una serie de encuentros regionales que ofrecerán un foro para que los iraquíes debatan su visión del futuro y sus ideas respecto a la autoridad interina iraquí», señaló Boucher. «Esperamos que estas reuniones culminen en una conferencia nacional que pueda celebrarse en Bagdad para formar la autoridad interina iraquí», añadió el portavoz.
Explicó que los participantes acudirán a invitación del general Tommy Franks, jefe del Mando Central del Pentágono y responsable de los operaciones en Irak. Boucher precisó que entre los invitados a la reunión figuran personas «de las zonas recién liberadas» en Irak, así como iraquíes exiliados que han colaborado con el Departamento de Estado en un proyecto sobre el futuro de su país y miembros de la oposición al desaparecido régimen de Sadam Husein.
El portavoz del Departamento de Estado evitó dar más detalles, ya que «la conferencia está en preparación», y no pudo precisar si acudirá el general retirado Jay Garner, quien ha sido nombrado por el Pentágono para dirigir Irak mientras se crea una autoridad interina iraquí.
Por otra parte, la sesión del Senado estadounidense resultó brevemente interrumpida por cuatro jóvenes pacifistas que se encontraban en la zona reservada para el público de la cámara.
Los jóvenes agitaron banderas rojas y gritaron «ningún dinero para la guerra» antes de que la policía del Congreso los desalojase. El Congreso se preparaba en ese momento para votar una versión definitiva del presupuesto adicional de cerca de 80.000 millones de dólares solicitado por el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, para financiar la guerra y la reconstrucción de Irak.