El presidente estadounidense, George W. Bush, aseguró ayer que no tolerará la repetición de atentados como los del 11 de septiembre y prometió que las tropas aliadas seguirán su avance en Irak «hasta que los opresores se hayan ido».
En su alocución semanal por la radio, el presidente aludió a los atentados del 11 de septiembre de 2001, que dejaron en torno a 3.000 muertos en las Torres Gemelas de Nueva York, en el Pentágono en Washington y en un avión secuestrado que cayó en Pensilvania.
«Las naciones libres no se sentarán a esperar, dejando a los enemigos libres para tramar otro 11 de septiembre: esta vez, quizás, con armas químicas, biológicas y nucleares», explicó.
Insistió en que «eliminaremos las armas de destrucción masiva de las manos de los asesinos en serie. Y al defender nuestra propia seguridad, libramos al pueblo iraquí de uno de los regímenes más crueles sobre la tierra».
Asimismo, el presidente de EEUU, George W. Bush, y el primer ministro británico, Tony Blair, hablarán el próximo martes en Irlanda del Norte sobre paz y reconstrucción mientras las tropas anglo-estadounidenses intensifican su ofensiva en Irak.
Bush llega el lunes por la noche al Ulster para una visita de apenas 24 horas en la que analizará con Blair la marcha de la guerra y también cómo será la reconstrucción de Irak, un aspecto en el que los dos aliados difieren acerca del papel que desempeñará Naciones Unidas.
Por otra parte, el presidente ruso Vladimir Putin habló con los presidentes de Estados Unidos, George W. Bush, y de Francia, Jacques Chirac, según informó el servicio de prensa del Kremlin.
En la conversación con Bush, ambos presidentes subrayaron «la importancia de continuar el intenso diálogo político entre ambos países, a pesar de las conocidas discrepancias en sus posturas, en interés de la comunidad internacional», según una nota oficial.