NED PARKER - SUR DE IRAK
Bajo las miradas inquisitoriales de ciertos marines, el doctor de
la US Navy Manan Trivedi y su equipo médico atienden a soldados
iraquíes heridos que habían matado a un militar estadounidense en
el sur de Irak. «Dejadlos morir» grita un marine mientras el doctor
Trivedi, del 5º batallón de la primera división del cuerpo de los
marines intenta salvar la vida de los iraquíes que habían tendido
una emboscada al teniente Therell Childers, de 30 años.
«Como yo lo veo, hemos perdido una vida, ahora intentamos salvar otras. La vida es la vida, sea cual sea el uniforme», asegura el médico, nacido hace 28 años en Pennsylvania.
Sin embargo, su visión no es compartida por todos los soldados. Uno de ellos afirma, bajo el anonimato, que si el médico sirviera en su unidad, no le habría permitido reincorporarse al grupo.
El doctor Trivedi y su equipo médico estaban en primera línea de combate el pasado 21 de marzo, primer día de la ofensiva terrestre aliada en el sur de Irak, cuando un vehículo Humvee llegó a toda velocidad a su altura. «Tenemos prisioneros gravemente heridos», gritó un marine, mostrando al médico un montón de cuerpos en el vehículo. «Son ellos», espetó un marine al médico, en alusión al grupo que había matado al teniente Childers hiriéndolo en el estómago.
Después de administrarles los primeros auxilios el doctor Trivedi pidió que un helicóptero los transportara al hospital. Pero Kuwait rechaza acoger a los prisioneros iraquíes y debían ser trasladados a uno de los navíos del Golfo Pérsico.