Irak ha comenzado a adiestrar a un «gran número» de sus ciudadanos, además de los miles de voluntarios árabes llegados a la ciudad, para perpetrar atentados suicidas contra las tropas invasoras.
El ministro iraquí de Exteriores, Nayi Sabri, dijo ayer en Bagdad que son ya 5.000 los voluntarios árabes llegados a Irak y dispuestos a luchar contra los atacantes estadounidenses y británicos.
En conferencia de prensa, Sabri afirmó que «un gran número» de iraquíes están recibiendo entrenamiento para participar en «operaciones de martirio», en referencia a los ataques suicidas como el cometido el pasado sábado en Nayef (sur del país), en el que murieron cuatro marines estadounidenses.
El ministro señaló que los atacantes estadounidenses y británicos «no tienen más opción que rendirse».
«Los trataremos (a quienes se rindan) según nuestros valores árabes y musulmanes», prometió, y aseguró que también tendrán todas las garantías que establece la Convención de Ginebra.
Por su parte, El viceprimer ministro iraquí, Tarek Aziz, anunció nuevos ataques suicidas contra las fuerzas norteamericanas y británicas. Los autores de estos ataques, explicó, no son terroristas, sino héroes. Aziz, en una entrevista desde Bagdad emitida por la cadena norteamericana ABC, aseguró que Irak tiene «el derecho de luchar por todas las vías» posibles para defenderse de las fuerzas de Estados Unidos y Reino Unido. Los atentados suicidas, dijo, son «una de las formas para defender a Irak de los invasores, por tanto, es bienvenida».