EUROPA PRESS-NUEVA YORK
Los quince miembros del Consejo de Seguridad de la ONU aprobaron
ayer, por unanimidad, la reanudación del programa «Petróleo por
alimentos», suspendido antes del inicio de los ataques militares
contra Irak la semana pasada. Fue la vicesecretaria general de la
ONU, Louise Frechette, quien lanzó un llamamiento de urgencia
solicitando 2.200 millones de dólares para financiar asistencia
humanitaria de urgencia a la población iraquí durante los próximos
seis meses. De esa cantidad, una partida de 1.300 millones se
destinará a una «masiva operación alimentaria». No obstante,
Frechette advirtió de que el país no necesita sólo comida, por lo
que el llamamiento pretende también hacer frente a las necesidades
de los desplazados dentro de Irak y refugiados en países vecinos,
así como de otros grupos vulnerables. La responsable destacó que
gran parte de la población iraquí se encontraba ya en una situación
de necesidad urgente antes de que comenzara la ofensiva militar, y
más personas lo estarán «en los próximos días y semanas». «La
guerra está creando nuevas y agudas necesidades; por eso pedimos
más dinero», añadió.
El llamamiento fue hecho público poco antes de que el Consejo de Seguridad de la ONU aprobase, por unanimidad, la reanudación del programa «Petróleo por alimentos». El embajador de España ante la ONU, Inocencio Arias, subrayó que el Consejo de Seguridad «ha sabido estar a la altura de las circunstancias» al aprobar por unanimidad la reanudación del programa. Arias, calificó la decisión de «gran noticia», pero añadió que «no hay que bajar la guardia», porque la situación en Irak es complicada. El programa, instaurado en 1995 para paliar los efectos del embargo económico sobre la población más vulnerable, fue suspendido en vísperas del ataque anglo-estadounidense la semana pasada, y ahora «se devuelve a los iraquíes en una situación más grave», indicó.
La iniciativa será gestionada ahora con «más autonomía» por el secretario general de la ONU, Kofi Annan, de modo que los contratos «se agilizan y se flexibilizan». Arias dijo que la reanudación del programa es una iniciativa independiente al llamamiento a la comunidad internacional y que la aportación española será de 34 millones de euros.