El primer ministro británico, Tony Blair, y el presidente de EEUU, George W. Bush, instaron ayer a la ONU a reanudar «urgentemente» el programa «Petróleo por Alimentos» a Irak, suspendido temporalmente, e insistieron en que la guerra durará «lo que haga falta». En una rueda de prensa conjunta tras su reunión de dos días en Camp David, ambos mandatarios insistieron en que la ofensiva contra Irak «registra progresos diarios» y la guerra durará «todo lo que haga falta» para derrocar al régimen del presidente Sadam Husein.
Blair acusó al régimen iraquí de haber ejecutado a prisioneros de guerra británicos, lo que consideró un ejemplo de la «brutalidad» de Sadam Husein. Durante la cumbre anglo-estadounidense en Camp David, la primera desde el comienzo de la guerra hace ocho días, ambos mandatarios analizaron el curso del conflicto y la reconstrucción de Irak, en especial el papel que debe desempeñar la ONU. Además, Bush y Blair analizaron la situación en Oriente Medio, asunto en el que el presidente estadounidense ha prometido publicar la llamada «hoja de ruta», el calendario del proceso de paz que debe llevar a la creación del Estado palestino en 2005, una vez que se demuestre que el primer ministro palestino, Majmud Abás, goza de verdadero poder.
Ambos dirigentes dedicaron buena parte de sus conversaciones a analizar el papel que debe jugar la ONU en Irak una vez que Sadam haya sido derrocado. Los dos se mostraron de acuerdo en la urgencia de que las Naciones Unidas «no politicen» el programa «Petróleo por Alimentos» -interrumpido desde el inicio de la guerra- y lo restablezca «en los próximos días». El primer ministro británico reiteró también la importancia de que la ONU se vea «implicada de cerca y dé su apoyo» a la administración iraquí que se cree tras el final del conflicto.