EFE-TAMPA (EE UU)
El presidente de EE UU, George W. Bush, afirmó ayer ante una
audiencia de militares y familiares de soldados en el Mando Central
de EE UU, en Florida, que por el momento la guerra en Irak va bien,
«pero está lejos de terminarse». Constantemente vitoreado por la
audiencia, Bush dijo que «a medida que nos acercamos a Bagdad nos
enfrentamos a los elementos más desesperados de un régimen
condenado a desaparecer» y subrayó que «seremos implacables en
nuestra lucha por la victoria».
«No podemos predecir el día final del régimen de Sadam, pero ese día se acerca», añadió el presidente estadounidense, quien aseguró que «a medida que pasan los días el pueblo iraquí está más cerca de conseguir la libertad».
Bush reiteró que Bagdad sigue siendo una «amenaza» porque posee armas de destrucción masiva y aseguró que las 48 naciones que se han sumado a la llamada «coalición de los voluntarios» rechazan vivir «en un futuro de miedo a merced de un tirano».
Tras casi una semana de guerra, el presidente de EE UU señaló que «el mundo ha visto la habilidad, el honor y la determinación de nuestros soldados en el campo de batalla», en una campaña militar destinada a «conseguir la paz mediante la fuerza».