EFE-AMÀN
Cientos de iraquíes salen diariamente de Jordania hacia su país
mientras las organizaciones internacionales de ayuda humanitaria
que preparan campamentos para acoger a decenas de miles de
refugiados sólo han recibido desplazados de terceros países.
Desde que EEUU empezó a atacar a Irak, el pasado miércoles, cientos de iraquíes residentes en Jordania han regresado hacia su país para reunirse con sus familias. La mayoría de ellos viajan por Siria, donde todavía se encuentran medios de transporte que pueden entrar en Irak, pero otros toman autobuses desde Amán hasta la frontera entre Jordania e Irak y a partir de ahí continúan como pueden, incluso a pie si es necesario. «Entre 500 y 1.000 iraquíes residentes en Jordania parten a diario hacia Irak para reunirse con sus familias y defender su país», afirmó un funcionario de la Embajada iraquí.
Refugiados de terceros países que han llegado en los últimos días a Jordania desde Irak, principalmente sudaneses, han dicho que la autopista de Bagdad a la frontera, de más de 550 kilómetros, se encuentra en muy mal estado y ha sido alcanzada por proyectiles, lo cual dificulta seriamente el movimiento.De hecho, en los últimos dos días casi no han llegado desplazados. Tan sólo lo hizo un grupo de unas cincuenta personas durante la noche al campo de refugiados levantado por la Media Luna Roja cerca de la frontera de Ruwaiseh, donde en estos momentos se encuentran un total de 336 persona.